Desafortunadamente no existe una medicina o una explicación específica para decir que los adolescentes no sientan ganas de aprender a fumar. Se pueden evitar haciendo cosas que pueden que den resultados, pero son actitudes que tienen que tomar los miembros de la familia para poder intentar proteger a los adolescentes de que caigan en este vicio.
Se dice que la adolescencia es una de las etapas más difíciles del ser humano, ya que es cuando pasan de la fase de niño a semi adulto y la exploración que empiezan a tener es bastante intensa y entre ellas se encuentra el vicio delcigarrillo.
Cuando los adolescentes quierenexplorar algo, por más buenas costumbres que tenga si su deseo es hacerlo lo hará, por tanto creo que una buena terapia de lo que el cigarrillo hace puede hacer consciencia y en el caso de probar y no gustar su sabor, lo más probable es que traiga a su memoria que de parte de que su sabor no es agradable también hace daño a la salud a largo plazo.
Cuando estamos procurando enseñarles que el cigarrillo no es bueno, es muy importante tomar nota de con quien anda el joven, ya que muchas de las veces son incitados por los amigos o compañeros del colegio o vecindario.
Nunca trate de imponerle nada, al contrario trate de psicológicamente hablando irle demostrando que el cigarrillo no es bueno, al igual con las amistades, no se le debe de imponer salir con esa persona que él o ella tanto aprecian, sino muy inteligentemente irle enseñando del porque esa persona no es buena para que esté a su lado.
